La ansiada fiesta rojiblanca transcurrió entre grupos de hinchas sin distancias de seguridad, con muchas mascarillas bajadas y alguna carga policial
De nada sirvieron los ruegos del Ayuntamiento y del propio Atlético de Madrid, que unos minutos después de conquistar el ansiado título de Liga pedía a sus aficionados una «celebración responsable». Su hinchada, con el corazón en un puño por el emocionante desenlace de la temporada, se echó el sábado por la noche a las calles del centro de Madrid para celebrar por todo lo alto el triunfo. Una marea de seguidores rojiblancos que confluían en un mismo punto: Neptuno.
Había controles policiales en todos los accesos a esta fuente para impedir la entrada de bebidas alcohólicas y objetos peligrosos, pero eran fácilmente sorteables. En las inmediaciones se podía ver a cientos de jóvenes con latas de cerveza y bengalas frente a los antidisturbios. Una previa de lo que vendría.
Cuando cayó la noche el Paseo del Prado se convirtió en un macrobotellón. Miles de personas, unas 3.000 según fuentes oficiales, pero que viendo las imágenes aéreas podrían ser el triple, cantaban y bebían en una gran fiesta. Algunos, incluso, sacaban mesitas del maletero de su coche para servir, como si de la barra de un bar se tratara, cubatas en vaso de mini con mayor facilidad.
Los aledaños a esta glorieta eran lo más cercano a la normalidad preCovid que se ha visto en los últimos meses. Incluso, a pesar de que se había anunciado que ningún jugador acudiría a esta celebración, el capitán rojiblanco puso el broche de oro a la noche sorprendiendo a los presentes que aún se mantenían en pie. Sobre las cuatro de la mañana, Jorge Resurrección Koke irrumpió en la plaza para colocar, gracias a la ayuda de una grúa, la tradicional bufanda al dios del tridente.

Miguel Delibes is a Spanish writer and journalist. He earned his law degree at the Universidad Complutense of Madrid
