Mirat ha conseguido desbloquear la venta de sus terrenos seis meses después de que Santher renunciase a la operación y presentase suspensión de pagos. Según el acuerdo adoptado, y en el que Caja Duero ha tenido un papel crucial, Santher sólo deberá abonar uno de los 23 millones que debía abonar en concepto de indemnización, a los que hay que sumar los seis que había pagado en concepto de señal.
AD.- A cambio, Mirat obtiene vía libre de los juzgados para negociar con cualquiera la venta de terrenos.
Los accionistas de Mirat se irán de vacaciones con una tranquilidad renovada después de seis meses de incertidumbre. Y lo harán con siete millones de euros en el bolsillo y con las esperanzas de vender al mejor postor las cerca de doce hectáreas de sus instalaciones completamente intactas. La compañía ha alcanzado un principio de acuerdo con la promotora Santher para desbloquear la venta de sus terrenos en una jugada a tres bandas que ha dejado satisfecho a todo el mundo. La empresa salmantina ha condonado buena parte de la deuda que la promotora local mantenía con la familia Ortiz de Urbina y el resto de accionistas. De los 24 millones de euros que Santher debía abonar en concepto de indemnización Mirat ha decidido condonar 23 y aceptar tan sólo un millón de forma simbólica, a los que hay que sumar los seis que cobró el pasado otoño en concepto de señal de un acuerdo que nunca llegó a firmarse sobre el papel. En total, siete millones de euros por romper el preacuerdo y volver a situar el proyecto urbanístico en el mercado inmobiliario, actuación que se encontraba paralizada ante las dificultades de pago que había encontrado Santher para abonar sus primeros compromisos con Mirat.
La decisión es harto generosa si nos atenemos a la difícil situación por la que atraviesa la promotora Santos Hernández, que a comienzos de año se vio obligada a presentar un concurso voluntario de acreedores -lo que antiguamente se denominaba suspensión de pagos- ante las dificultades de financiación para acometer sus proyectos, en especial el de Mirat. En auxilio de Santher ha llegado Caja Duero, la entidad que ha salvado a la constructora al aceptar la refinanciación de su deuda.
A partir de este momento, Mirat tendrá vía libre para volver a buscar novias para su proyecto residencial, tasado, según los diferentes amagos de compra que se han sucedido desde finales de 2006, en unos 130 millones de euros. Aunque el mercado inmobiliario español atraviesa por serias dificultades ante la difícil coyuntura económica, nadie duda de que el proyecto residencial sigue siendo atractivo a medio y largo plazo para las grandes promotoras españolas.
Menos de tres años para el traslado
El acuerdo con Santher también permite retomar la búsqueda de la futura ubicación de la planta de abonos y fertilizantes y que tiene todas las papeletas para trasladarse hasta el entorno de Babilafuente, gracias a su cercanía a la futura autovía Salamanca-Ávila. El único problema sigue siendo las elevadas pretensiones económicas de algunos propietarios que pretenden hacer el negocio de su vida con unos terrenos que hasta ahora se habían destinado exclusivamente al cultivo.
Según reza en el convenio firmado con el Ayuntamiento de Salamanca hace casi tres años, la empresa tiene otros tantos para encontrar un comprador y proceder a su traslado definitivo a otro punto de la provincia. De no hacerlo “y producido el cese de la actividad de la misma sin nueva implantación dentro de la provincia de Salamanca o si su traslado se realiza a otra provincia diferente, deberá abonar en concepto de penalización doce millones de euros”. Hace escasamente un mes el concejal de Fomento hacía un llamamiento a la tranquilidad y recordaba que la empresa seguía “interesada en retomar el proyecto residencial” El convenio contemplaba destinar, aproximadamente, diez hectáreas de terreno para la construcción de 744 viviendas y habilitar 25.000 metros cuadrados a zonas verdes, 17.000 a zonas comerciales y otros tantos para equipamientos.